
Comenzamos la ruta en Cubillas de Arbas, por la carretera que lleva hasta la presa. A nuestra izquierda la cola del embalse y a nuestra derecha prados de pasto, en un día de mayo, pleno de sol y un poco fresquito.
En la presa se nos acabó el llanear, desde allí ya comenzamos a subir hasta llegar a las colladas de Alcedo y Loma de la Aguja donde hicimos una parada y David, nuestro guía, nos ilustró con los nombres de los picos de montaña que se divisaban.
Continuamos subiendo, hasta llegar a una zona rocosa, donde pudimos contemplar el embalse de Arbas con toda su belleza; un sitio ideal para comer nuestro bocadillo.
Después de descansar, retomamos el camino, esta vez bajando, hasta Poladura de la Tercia, donde nos esperaba el autobús para el regreso a Santa María.
Un sábado lleno de luz y color: toda la gama del verde (praderas, escobas, pinos, matojos, etc.), el rosado de los brezos, el amarillo de los piornos y un variado de las florecillas que por doquier se veían.
Como siempre, un día estupendo en buena compañía.
Relato de Ángeles Álvarez y fotos de Angeles Alvarez y Sonia Pérez.
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